domingo, 16 de mayo de 2010

BOLLITO MARISA

Siguiendo con la racha de experimentar bollitos, aquí os dejo el de hoy. Es una base sencilla, como el bizcocho de mi abuela, el que se hace con la medida de un yogur, al que le he añadido algunos toques, que considero que lo han mejorado considerablemente, incluso me atrevería a decir que es de los mejores que he hecho, en cuanto a sabor, textura y sencillez de elaboración.
INGREDIENTES:
  • Un yogur natural (en concreto he usado el de Kaiku sin lactosa).
  • Una medida de yogur de aceite de oliva 1ª prensión en frío suave.
  • Dos medidas de azúcar blanca.
  • Tres medidas de harina de trigo especial repostería.
  • Tres huevos.
  • Una manzana Golden.
  • Zumo de un limón.
  • Nueces.
  • Pasas.
  • Anís.
  • Canela.
  • Dos sobres azules y dos blancos de gasificante. (el del Mercadona).
  • Un sobre de azúcar avainillado.
  • Margarina para el molde.
La elaboración es muy sencilla. Lo primero que tenemos que hacer como una hora antes o así es pelar la manzana y cortarla a lonchas finas y ponerla en un recipiente con el zumo de limón para que no se oxide y además le da sabor, canela y anís y también ponemos las pasas y lo dejamos ahí macerando.
Cuando vayamos a hacer la masa, encendemos el horno arriba y abajo a unos 170º y nos ponemos con la masa. Yo la he hecho en la Mycook. Se pone el yogur, el azúcar, los huevos, la harina tamizada, la levadura, el azúcar avainillado, el aceite y el jugo donde hemos tenido macerando la manzana y con las varillas puestas, lo ponemos 3 minutos en el nivel 1. Pasado ese tiempo añadimos la manzana y las pasas y lo ponemos otros 3 minutos en el nivel 2 para que no se triture. Y ya tenemos la masa lista.
El molde que se vaya a utilizar se cubre de mantequilla y un poco de harina, que nos facilitará el desmoldado. Se añade la masa, cuidando que la manzana esté por todas partes y se mete al horno. El mío ha tardado 45 minutos a 170º. Para comprobar si está hecho, se pincha con un palito y si sale seco, está listo. Apagaríamos el horno y lo dejamos dentro unos 5 minutos más.
Se saca del horno y se deja otros 5 minutos en el molde sobre la rejilla. Todo esto es para evitar que el bollito se baje y pierda esponjosidad, así que hay que enfriarlo poco a poco, ya que los cambios de temperatura bruscos no le van nada bien.
Pasado ese tiempo se desmolda con cuidado y se coloca sobre la rejilla para que corra el aire por todo el bollito. Una vez que esté frío, yo lo pongo sobre un plato y lo tapo con papel de film transparente.
¿Quereis un trocito?

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